Crear un negocio propio conlleva una serie de riesgos. Pese a esto, es posible controlarlos y minimizarlos. Te contamos cómo.
El miedo al fracaso inmoviliza a muchos emprendedores a convertir en realidad su idea de negocio. En este sentido, los riesgos que el autónomo debe asumir alimentan el bloqueo. Entonces, ¿qué podemos hacer para evitar que esos riesgos nos paralicen? Reducirlos a su mínima existencia.